El reloj de la esquina

El tiempo reposa en el instinto de nosotros, sin embargo nuestra conciencia no alcanza a sostener aquel período que pasa lento para los que esperan y rápido para los que aman.

Su color café oscuro, descansa sobre un candelabro (sin candelas) con un parecer arcaico, pero para nuestra época un perfecto estilo y contextura agraciada, paraliza innegables gustos si presienten en sus vidas un sentimiento recatado.

Sus manillas nos indica el pasar de las horas, la larga va veloz mientras que la pequeña se mueva a paso lento, tan solo da dos vueltas al día.

En cada minuto va el segundero uno más uno menos, será el que se aproxime a marcar la diferencia en el resto de nuestros días.

La careta pinta el sonido del gallo, muestra aquellas mañanas de frío en las que como otras veces invita a no despertar jamás, no por una muerte sino por una vida dentro de ese mundo utópico, donde el reloj de la esquina no existe, donde el sueño no termina al despertar, sino al ser hecho realidad.

Un misterio guarda el reloj de la esquina, no solo por su tic tac imparable en las noches serenas, sino por su adentro tan pulcro, el cual guarda una paradójica enseñanza, donde cada una de su caras puede trabajar distinta, pero si es la misma, ¿Cómo podrá trabajar disyuntivamente? Claro si terceros la manipulan no proporciona la misma hora, nos muestra otra, siendo de un mismo creador pero con dos caras como muchos mortales.

El reloj de la esquina no es un reloj cualquiera, no solo ocupa una pila sino dos, no solo tiene una cara sino dos. Singular nos invita a verlo, para advertirnos que el tiempo se va y que ya es tarde para danzar en la corriente de su belleza, que rara vez es gustosa para todos, que rara vez inquieta a mirarlo con el codicio de aquellas mujeres que bailaban en la isla de Java.

Reloj de la esquina el polvo no se asoma en sus orillas, es quien controla el oportuno porvenir y se burlar del horrible pasado en el que ayer yo también aprendí.

No se derrite en el tiempo busca un fosco donde alguna le implore. Nadie detiene sus amenazas, es el tiempo que no se pega en ningunas manos porque se va elevando un poco más cada vez, hasta nunca morir.

soy un capullo envuelto en mujer

El valor de comunicar lo que sentimos y divagar en las palabras ante aquel que no nos entiende, nos hace caer en el infierno de los malos entendidos, cuando las voces no pueden decir lo que el amor puede hacer, pero por algo aquellos mortales que pensábamos eran como nosotros han muerto y no volverán.

No busco aquello que perdí sino aquello que no he encontrado, por eso gasto mis días hilando cada jornada y el cimento de mi futuro, este porvenir tan fosco, ahora que no hay nadie y la noche me envuelve el corazón.

Hoy vuelvo a mis andanzas, una larga sombra me espera y dormiré hasta morir, soy lo que soy un capullo envuelto en mujer.
The Bushi toma su valija y ahora sueña entre las cobijas del olvido y el templo sagrado de su porvenir.

La vita è bella

La vida es bella es una película italiana de 1997 en el que narra cómo un italiano judío, Guido Orefice (interpretado por Roberto Benigni, también director y coescritor del film), inventa una especie de historia romántica como contraposición al terrible mundo que les rodea tanto a él como a su hijo.(Fuente wikipedia)

No sé cuantas veces he visto esta película y mucho menos cuantas veces he llorado, pero me deja una gran enseñanza, ver el lado positivo de la vida y aún cuando las cosas vayan mal, tener esperanza, buscar nuestro ideal, nuestro amor, luchar por lo que queremos, aún cuando se tenga que arriesgar la vida misma, la vida no solo es bella, sino es un juego, luchamos por nuestro premio ‘’el carro tanque’’ o morimos en el intento. De camino a la muerte debemos sonreír.

Recordar el dolor solo para saber que ahora estoy mejor que ayer, y aquel dolor me ha recordado lo feliz que soy hoy, después que el dolor se ha ido a otro lugar.

¿Por qué vivir en pesimismo? Mejor reír aunque duela el corazón, amar como si nunca nos hubiesen hecho daño y reír gracias al regalo de la vida, de sentir porque no somos zombis, lloramos , amamos y también nos duele la vida, pero una sonrisa no cuesta nada y si lloramos lo haremos una vez para reír unas mil.

Cada uno de nosotros tiene una historia que contar o que callar en medio de nuestro antifaz de felicidad, pero no nos quitaremos ese antifaz, esa mascara, porque hay esperanza de un día mejor, porque somos luchadores y viviremos hasta el fin de los tiempos, no hemos vivido desde siempre pero ya no moriremos.

Quizás he llorado, he sufrido y por cosas injustas pero eso me dejará mi mayor enseñanza llegar a ser una mujer justa, y mi dolor jamás debe hacerme invulnerable al dolor ajeno ,más bien identificarme con el dolor de otros y llorar con ellos hasta donde sea posible y luego obtener mil puntos para morir de la risa.

Debemos vivir el terrible holocausto del sufrimiento y el dolor con una mirada distinta, con esa mirada de amor y positivismo a este lugar en el que vivimos como peregrinos, la vida.

Otra forma de decirte adiós

No he olvidado en tus brazos el calor
Nuestro joven pasado
Ya tengo que dejarlo ir

Las lágrimas de mi corazón se convirtieron en una oscura figura
Tú, mi afable amor, el reloj marca tu partida.

Adiós, Vete ahora, pero regresa, una vez más
Regresa a mí como un floreciente nuevo día.
¿Puedes creer que estas solo?

Es tiempo otra vez
En lo que no me tuviste fe, se está haciendo realidad
No te pongas triste, el tiempo pasa,
Pronto olvidaras, nos volveremos extraños.
Adiós.